Yo también me he sentido frágil cuando alguien me ha mirado fijamente a los ojos, yo también he visto mi mundo derrumbarse sobre mi espalda cuando menos fuerza tenía para sostenerlo, yo también necesito esa sonrisa para vivir, necesito mil motivos, mil movimientos, mil susurros… para sobrevivir día a día.
Perdí el zapato escapando de aquel cuento que vivimos, decidí salir corriendo a consumirme entre el deseo y vino el tiempo, amargo tiempo que me quito el sueño. Debo ser autista de emociones que tú anhelas, dime entonces por qué me encierro en mi habitación a contar las estrellas. Ahora espero que me besen cuando duermo, que me enseñen a volar y me hablen de nunca jamás. Sigo buscando respuestas pero al parecer no llegan sigo en busca de la magia de caricias, de algo más...
Hay veces que sientes que de un momento a otro, te vas a caer al suelo y jamás podrás levantar, que la angustia te invade y ya no tienes ganas de nada, en ese justo momento, es cuando aparece ella, aparece y te regala su sonrisa sin nada a cambio, te extiende la mano y te ayuda a levantarte. Felicidades pequeña, felicidades por existir, porque sin ti, nada hubiera sido igual.

Al principio saltan chispas, una vez que esa luz se enciende comienzas a soñar, lo ves todo al revés, confundes la realidad de tal manera, que cuando de repente se apaga, te derrumbas. Y es que en la vida no se pueden esperar momentos buenos, ni malos. La vida cambia. Un día te despiertas tocando las nubes y otro te acuestas tirada en el suelo con mil heridas que no tienen cura, un millón de preguntas que no tendrán respuestas y un billón de respuestas de las que nunca te has planteado la pregunta. Sólo espera, ten paciencia. Porque el tiempo te dará la respuesta. Porque el tiempo va cambiando, pero la gente también. Porque aún queda un camino en la vida que debes escoger.

No pretendo que me regales una historia de amor, ni siquiera un verano inolvidable, bueno quizá esto último sí. Quiero divertirme en tus brazos, devorar tus labios, tocarte, sentirte, quiero que lo pasemos bien, quiero por lo menos ser un recuerdo en tu vida, que pienses en mi, mientras vuelve mi imagen a tu cabeza y aparezca en tu boca una irrevocable sonrisa.






Dicen que a través de las palabras, el dolor se hace más tangible. Que podemos mirarlo como a una criatura oscura. Tanto más ajena a nosotros cuanto más cerca la sentimos. Si uno de estos pequeños granitos enferma, el resto del organismo enferma también. Pero yo siempre he creído que el dolor que no encuentra palabras para ser expresado es el más cruel… el más injusto.
Y da igual todo lo demás, porque cuando recuerdas la primera vez que le viste, supiste que podría haber 50 tanques impidiéndote el paso, que tú vas a luchar por él, que te enfrentarías a un ejercito entero por verle en el último segundo de tu vida.